Es un tema apasionante. Tenemos desde el típico baño de “esquiador” hasta diseños supermodernos con diversos botones: para lavarse el culete, función bidé, función desodorante y mil cosillas más. Pero sin duda mi favorito es el que “amortigua” ciertos sonidos (ejem, ¿hacen falta explicaciones?) al simular el ruidillo del agua cayendo.
Aparte de estos botones la primera vez que fui a Japón sin pajolera idea de hablar y mucho menos de leer claro descubrí en los baños de un centro comercial el botón “para llamar a los de seguridad” que a mi me pareció "bueno, pues será ese el de tirar de la cadena". Allí, el tan mono, colocado por las paredes y que desafortunadamente una servidora pulsó movilizando a los efectivos de seguridad. Cosas que pasan.
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